Ruina de Jerusalén
Escuchen esto ahora, gobernantes y jefes de Israel,
ustedes que odian la justicia y tuercen todo lo que
está derecho, que construyen Jerusalén, la ciudad
del monte Sión, sobre la base del crimen y la
injusticia. Los jueces de la ciudad se dejan
sobornar, los sacerdotes enseñan sólo por
dinero y los profetas venden sus
predicciones alegando que el
Señor los apoya, y
diciendo:
El Señor está con nosotros; nada malo nos puede suceder.
Por lo tanto, por culpa de ustedes, Jerusalén, la ciudad
del monte Sión, va a quedar convertida en barbecho,
en un montón de ruinas, y el monte del templo
se cubrirá de maleza.